19 de diciembre de 2018

Vinter

No se me olvida, no se me van a olvidar las veces que he muerto, los días en que me apagué y vibré. He tragado cien venenos, he llorado de alegría y he visto a la virgen. Por cada una de las veces que viví me maté, por vivir siempre.

Día tras día he desechado lo que sabía, para reír en ti más tiempo y fingir que yo no dormía mientras jaleaba. Las horas de sueño eran más y más, siempre fuera de la cama. Siempre al máximo, sin conocer las medias tintas que pintabas en mi espalda con la escarcha del congelador.

Es invierno en la calle y en el pecho, es el ártico en mi habitación.


4 de octubre de 2018

Espiral

Me tomo un café, me ducho y plastifico mis pestañas cada mañana para no salir sin chubasquero. No me importa que vayan a deshacerse en esfuerzo con el paso de las horas. Termino vencida y calada, sobre mí misma, viendo un puto borrón y con unas ganas suficientes de volver a conectar los cables al día siguiente, bajo una piel ya seca.

Amasas mi cuerpo hasta convertirlo en una bomba de relojería, que estallará en las manos cada vez que roces el temporizador. Pierdes el control, a mí. Mueves unos hilos finísimos, que son mis venas, haciendo una trenza de espiga agarrada al corazón. Me pincha cuando me muevo, cuando respiro y estudio. Se afloja contigo delante.

Cada vez.


2 de agosto de 2018

Alguien

¿Quién te ha amado tanto como has hecho tú?

Recuerdo estar tumbados, comiendo, viendo la vida pasar sin que importara demasiado. No me olvido de agarrarnos el pecho para que no se saliera todo lo que estallaba por dentro. También se difuminaban las obligaciones y la comida sabía tan, tan deliciosa... Hemos querido muy alto, muy distinto.

Menciona una persona que te haya querido, por un solo segundo, desde lo más profundo de su estómago. Un solo instante en el que os pudiérais mirar desde la misma altura, un suspiro intensísimo.

Sé lo que es el amor.

Dime un nombre.


12 de abril de 2018

Summer

La nieve brilla bruta. Se deshace en la acera como los chocolates caros en la boca. Cuando circula, cuando se ordena... El sol es gigante cuando se ve, pero cuando no se ve late fuerte.

Tiembla el resto de la Tierra, aquí se escuchan sus ecos como tambores que distraen a la gente para que no me salude por la calle. Como lo que puedo y cuando puedo, me nutro todo el tiempo mientras muero de hambre. ¡Me muero de calor!

Me muero de ganas.

8 de marzo de 2018

Género


¿Crees que mis gestos se tornan rígidos cuando quiero guerrear? Tengo colmillos rellenos de ponzoña para cada día de tu semana, para cada uno de tus estados de ánimo, de tus idas y venidas.

También tengo un sentido del humor absurdo, bastante por encima del tuyo algunos días. Otros no. Tengo una vagina que me gusta porque es una vagina y me saluda para mear, menstruar y follar. Puedo cargar con muchísimo peso, no soy buena en los deportes y disfruto comiendo. Me encanta el color verde y odio los trucos de magia. Digo un montón de palabrotas porque son palabras sensibles. 

Dime que soy un coñazo, que no sabes cuánto me pone.




24 de febrero de 2018

Cemento

Me gustaría contarte cómo de un día para otro dejó de gustarme desayunar. Solía entusiasmarme, era un oficio que definía lo que yo era. Ingería una energía que devolvía sin criterio con toda mi fuerza. Comencé a hacer deporte con furia, una ira inofensiva que iba por delante del ritmo todo el tiempo, que perseguía el fin.

Empecé a pintarme los labios para que nadie los besara. Cada uno de los extravagantes colores era una letra de algún nombre propio. Dibujé un pequeño mapa lleno de nieve y forcé la perspectiva hasta caber en él. Cogí algunas cosas que tenía, vendí mi mirada y viajé lo más lejos posible de allí. He seguido coloreando mis labios, desayunando sin sonreír. Sigo cortándome el pelo para que nadie tire de él, no paro de aprender palabras inútiles para no usarlas con nadie y no dejo de pensar en dejar de hacerlo. 
No dejo de dejar.



31 de enero de 2018

Sé la oscuridad

Mueve poco a poco la cintura, baila haciendo círculos, vive la brutalidad muy despacio, que hable en nombre de todos tus sentidos y cometa crímenes. Deja que la paciencia por morir se apodere de ti, que en lo visceral te sientas más vivo que nunca, aparta la felicidad para los niños y baila, invoca a la tortura.

Siente la noche como el fin, el día no existe sin ella, avívala. Prende las malditas ramas de las palmeras, destroza tu cara a través del cansancio, revive la sensación del parto y convierte ese rincón de recreo en una sala de ejecución.

Destruye dulce.



24 de enero de 2018

Oslo

Dejé de creer en el amor en plena guerra. Hoy releo mis pensamientos y todo cobra sentido; la violencia, la insensatez, las drogas... Todas dentro de mi estómago abrasando mi esófago hasta vomitar fotografías. 

Mis lágrimas son ácidas, venenosas gotas de odio en las que puedes mirarte, lleno de realismo en una humedad que me arde. Sigo viviendo cada día en un lugar diferente y uso la misma ropa una y otra vez. Aplasto el mismo equipaje en la maleta una y otra vez.

He escuchado una vieja canción que habla de querer y no la quiero entender. Es más sencillo cuando no comprenden tus sonidos. Cuando nadie habla un idioma contigo para dejar esos códigos y esa riqueza vacía cuando se va. 

Prefiero toda una vida aquí sola que un solo día allí hablando tu dialecto.