No merece nuestro mustio semblante, así que pasemos la
morriña por una graciosa prensadora Play-Doh para hacer con ello ricas
hamburguesas.
Una utopía de ésas en las que se nota el sudor en la pared,
desvirgando el sentido cada día de la semana. Atrofiada función mitótica, de
aquí nace, precisamente, su exclusividad.
¿Berlineses harán nacer ahora la leyenda a partir de
pedacitos de cemento a 2 euros la unidad? ¿Los medios justificaron el fin? Gran
frasco y mayor contenido, donde esparcir es sinónimo de alimentar.
No lo tomemos como la
quema contemporánea de la biblioteca de Alejandría, que las ganas de trastear
siguen ahí. Ningún escrito plasmaría el diez por ciento y el arte ni se crea ni se destruye, se transforma.
Día para rememorar, inventar o reconstruir. Lo importante
es que hizo que el cerebro absorbiera sus nutrientes.
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