23 de abril de 2012
19 de abril de 2012
No es cuestión de más queja por vicio, más bien disgusto por delante, para que no se espante (o para verlo mejor). Es algo que se escapa de nuestras competencias, o al menos, es lo que mejor nos justifica. Que tu derivada lleve en cero durante más cuaderno del que estimábamos, o la desgana comprando bolígrafos.
Demasiado tiempo esperando que la necesidad cree el órgano.
16 de abril de 2012
Ya que hablamos de temperatura...
Andaba algo airada, que digo yo, no soy de esas personas que se ve en la obligación de hablar en los ascensores, no me penséis mal, como mucho, confieso echar algo de queso en las lentejas.
No me gusta hablar sin hilo conductor, pero, en verdad, es lo que mejor se me da.
Venía a escupir una perturbación que todos deberíamos criar dentro, pero que, por suerte o por desgracia, solo provoca cefaleas en una parte considerada, desapercibida y tácitamente, como marginal en la población, sin referirme en ningún momento a inmundicia, al menos, física.
Me gusta la mostaza, no disfruto en el Parque de Atracciones y ver una mujer eructando me parece un gesto poderoso. Cualquiera diría que escribo esto con unas choflas puestas color pastel mientras escucho David Bowie, pero no, también me gusta ir a la Costa del Sol en verano.
Entre el blanco y negro hay un montón de noches locas, chistes malos, y sobre todo, muchas formas distintas de estructurar tu expediente vital.
No dudes demasiado al subir a unas escaleras mecánicas, pero sobre todo, aprende a leer, con letras o sin ellas, sé lo más omnívoro posible, evita hacer dos cosas a la vez y sé amable sólo cuando sea estrictamente necesario.
9 de abril de 2012
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