12 de diciembre de 2012

Taquicardia


Te incrustaste encima. No sé en qué momento, no sé con qué ánimos. Decidiste que necesitaba salir de mí un bisturí que nunca imaginé poder haberme dejado dentro, pero olvidaste impedirle la entrada al miedo, sin el cual tal vez podría haberte dejado hacer tu trabajo y nada más.

El ser humano es sin duda el peor enemigo de sí mismo cuando toma la decisión de serlo. Por lo mismo, es el dueño de la paz propia más plana y el delegar en ti la alarma para haber podido pasar de puntillas por el pasado no fue una buena decisión.

Me has llevado tan, tan lejos, que en la misma cercanía soy la cercanía misma.

Te debo, muy a mi pesar, mi nueva mirada al suelo. Puedo, si quieres, girarme para dejarte marchar despacio y que no puedas negar mi hospitalidad, pero sabiendo que has invadido mi cama, mi conciencia y mi espacio.

Me he comido todo el plato, ¿puedo salir a jugar?



7 de diciembre de 2012

Lista de la compra: RedBull.


Estás tomando el control sobre mí y fluyes a través de mi cuerpo haciéndole creer que puedes merecer la pena, no sin dejar continuamente un hueco libre para tener siempre un batallón con el que enfrentarme contigo, por supuesto, inferior en número.

Eres tan poderosa que eres capaz de convencerme de que el volver a activarme está muy cerca de la labor más difícil de todas, la de empezar.

Se intenta hacer como que no estás, pero sin una meta decente no se puede funcionar. La espalda más grande para todo aquel que sabe hacerlo, culpable de tanta acción vacía y de la indiferencia  más desmesurada.

Por ti y para ti, pereza, que necesitas unas vacaciones.


4 de diciembre de 2012

Todas las que hagan falta

Podría aprovecharme y convertir ciertos síntomas en algo positivo, como una especie de nuevo método de reciclaje sensorial.

De todas las capacidades que tenemos, o de todas las que el ser humano se puede llegar a inventar hasta convertir en suyas, podría encontrarse la de hacer de colador, que puestos a aumentarnos internamente con silicona, ya podría ser mejor un buen sistema de filtrado neuronal. Un Las Vegas, para que lo que ahí ocurra, ahí se quede.

Puedo ser muy lolailo cuando me apetece, el problema, que también puedo llegar a serlo cuando no quiero.

No descarto que me pueda estar influyendo el hecho de que siempre me hayan aburrido los trucos de magia, hay ciertas reducciones a las que merece la pena recurrir en ciertos momentos, lástima que no haya aprendido nunca a comprenderlas.

Mientras sigamos esperando más de nosotros mismos, significará que todo va bien.